martes, 26 de febrero de 2013

Naturalmente

¿Qué es lo natural? tomemos como natural aquello que es propio del hombre, lo que su naturaleza produce. La mayoría de gente opina que lo natural es lo bueno, que debemos preferir lo natural a lo artificial, de hecho, este argumento se puede usar incluso como reclamo publicitario.

A  partir de esta consideración, catalogamos ciertas cosas como antinaturales: homosexualidad, suicidio o racismo, pero esto depende del punta de vista del que se considere. La enfermedad se podría tomar como antinatural, pues un órgano del cuerpo no realiza su función normal.Lo cierto es que no lo es, pues la naturaleza propia da lugar a enfermedades. La homosexualidad es un trastorno de la orientación sexual del hombre provocada por diversas causas, si lo tomamos como enfermedad, no podemos decir que sea antinatural aunque haya quien lo considera mala. Así , llegamos a cosas como el suicidio, que contradice el instinto de supervivencia o el racismo, que consiste en clasificar a los humanos según sus rasgos físicos. Incluso el maquillaje, las uñas postizas y las operaciones estéticas son antinaturales. No todo lo natural es bueno, ni lo antinatural es siempre malo.

Hay cosas que únicamente el ser humano puede hacer, como quitarse la vida o abstenerse de tener relaciones sexuales por una razón religiosa. Entonces, estas cosas son antinaturales en general, pero no para el ser humano. El hombre tiene una naturaleza propia que proviene de su inteligencia y voluntad y le diferencian del resto de animales de forma cualitativa; el potencial del ser humano supera con creces la animalidad que existe en él haciéndole capaz de lo que sería naturalmente ilógico.

"la naturaleza humana cambia,  es lo único que sabemos de ella"- Oscar Wilde.

PedroL.


sábado, 9 de febrero de 2013

Poderes.

Imagina que te dieran a elegir entre uno de estos poderes: hacerte invisible, teletransportarte, volar , tener la respuesta a un millar de preguntas o, en cambio, quedarte como estás.

Nunca te fíes de alguien que quiere ser invisible. Si tu mayor deseo es que nadie te vea es porque algo malo tramas, no tienes seguridad en ti mismo o se te ha olvidado quitarte el pantalón del pijama antes de salir de casa. En cuanto a los que quieren poder teletransportarse o volar les diré lo mismo: molesta. Imagina que tienes un amigo graciosete que además sabe volar o que te deja colgado en mitad de una conversación, tampoco confíes en uno de estos. Respecto a conocer un millar de preguntas, creo que es la más útil de todas y te solucionaría la vida, pero sería muy aburrido saber todo tu futuro y la verdad hay veces que no es agradable conocerla; tendrías tu vida planeada y eso a nadie le gusta.

En conclusión, los poderes están sobrevalorados. Mejor me quedo como estoy aunque tenga que ir a todos los sitios en metro y no sepa que me van a preguntar en el examen de historia.

"El poder sin límites, es un frenesí que arruina su propia autoridad"-Fenelón.


martes, 5 de febrero de 2013

Mensaje

Hace algo menos de una semana, fui con dos compañeros a un concierto de grupos musicales universitarios. Los grupos no fueron en ningún caso espectaculares, pero se pretendía cierto nivel, contando con la presencia de algunos destacables trabajadores del mundo de la música.

En primer lugar, actuó un grupo bueno a mi entender, con el detalle de que cantaban en castellano, lo cual es un problema porque la gente te entiende. Si, lamentablemente, es un problema porque es menos comercial desde luego, la gente no escucha música, solo la oye. La música ha perdido el mensaje que tenía antes para pasar a ser una mera banda sonora, algo que se oye de fondo sin prestar mucha atención.

Tras esto, una encantadora guitarrista nos hizo pasar cinco minutos de aburrimiento y llegó la  tercera banda. Puesta en escena con chicas, saltitos, disfraces de rockero con la etiqueta puesta y cantando en inglés y claramente los favoritos. Ya podían estar cantando o insultando al público, que ni le iban a prestar atención ni les iba a importar demasiado, así es como va ahora.


"Pueden llamarme iluso, pero mi música es para siempre"- Bob Marley.

PedroL.

"El Principito".

Aún me cuesta creer lo que me ha pasado hoy. Me he levantado como todos los días y, tras vestirme y desayunar, he ido a la parada de metro de mi calle para ir al colegio. Me he sentado en la misma parada de cada día a esperar a que llegue. Sentado junto a mí, había un chico muy pequeño y vestido de forma bastante extraña, le he preguntado su nombre y qué hacía solo a su edad. Se hacía llamar "Principito" y parecía andar bastante perdido. Al llegar el tren, se ha sentado junto a mí mostrando gran interés en mis libros, los cuales imaginaba llenos de dibujos fantásticos así que no ha podido evitar dedicarme un gesto de indiferencia ante el aburrido contenido de los mismos. También parecía sorprendido al ver que todos los chicos del colegio vestíamos igual andando hacia el mismo lugar  con la mirada perdida. Son "cosas de mayores" así como las matemáticas. Durante la hora del descanso y la de deporte parecía más contento, aunque me insistía en la idea de que tenía que volver a su casa a cuidar que todo fuese bien. Así, fueron pasando lentamente las clases que se me hacían mucho más tediosas por las incesables preguntas del niño.

Por fin, hemos salido de la clase y hemos vuelto a la misma parada para regresar a casa. El chico, preocupado y triste, me contaba que envidiaba lo fácil que es para mí volver a mi casa y la suerte de poder pasar el día rodeado de tanta gente, lo cual yo no alcanzaba a entender. Al llegar, me ha regalado un libro. Según él, este libro sí que era útil de verdad para aprender cosas. Estaba lleno de dibujos y formas: planetas, volcanes, flores, estrellas..tras esto, me ha pedido que le prestara atención y lo guardara en un lugar seguro. Estoy seguro que es porque volverá a recogerlo, pero antes le quedan muchos viajes por hacer.

PedroL.

Inocencia.

Es curioso como ve el mundo un niño. Hasta las cosas que todos aceptamos como evidentes son distintas desde su perspectiva.

Cuando era pequeño, me encontraba dando un paseo por una zona de compras llena de jugueterías y tiendas  de todo tipo. Llevaba mucho tiempo andando ya y pensé que era hora de descansar un poco y entré en la tienda más cercana suplicando enérgicamente que me compraran un muñeco o similar. Tras una larga y a la par inútil explicación de por qué no podía comprármelo cedí a la presión y salimos de la tienda. Anduvimos hasta llegar a un restaurante que se encontraba a diez eternos minutos de mi objetivo. Harto de las conversaciones de los adultos y del calor del sur tuve la genial idea de correr calle abajo, girar la esquina, entrar en la tienda y coger el juguete. Por último, tuve que ir a pedirles perdón a los dueños de la tienda y me volví al restaurante empezando a entender que lo que había hecho no estaba del todo bien.

Aun con unos años más a la espalda hay quien usa estos trucos para justificar lo que hacen, pero no es igual de fácil de perdonar a estos "inocentes".


















PedroL.

jueves, 17 de enero de 2013

Pura anarquía.

La vida me hizo tres regalos muy acertadamente: soy un desordenado militante, pesimista y tengo un irritante talento para cambiar de opinión más que de calcetines.

Cualquiera que me conozca algo, sobre todo profesores y compañeros, conocen mi proverbial desorganización e intentan inúltimente corregirla, debe ser que les sobra tiempo. Ha habido grandes desordenados en la historia a los que le debemos mucho; nadie le reprochaba a Picasso el desorden en sus cuadros ni mucho menos a Einstein y son admirados por muchos. No son muchos en cambio los que aprecian el desastre de mi armario. Aún así seguiré intentando con perseverancia que alguien lo aprecie.

Mi pesimismo tampoco es despreciable. Más de un amigo ha sido víctima de él antes y después de un examen, viéndose obligado a escuchar mis interminables presagios, dignos de deprimir al más feliz de los humoristas. Por ello, llevo toda la vida escuchando comentarios como "no te preocupes, hay que ser siempre positivo, vivirás más y mejor". Puede que tengan razón en eso, pero, dentro de cada defecto hay ventajas: siendo pesimista la vida te suele dar más de lo que esperabas, afrontas antes los problemas, te preparas para evitarlos, dejas de crearte falsas esperanzas y ganas alguna que otra apuesta.

Por último, llegamos al defecto que  más quiero cambiar. Todo el mundo tiene una serie de principios máximos que, por honor y lealtad, nunca cambiarán, algo a lo que siempre se aferran para afrontar la vida que les ayuda a discernir lo bueno de lo malo. Bien, yo debo tener un error de fabricación que me lleva a pensar que la mayoría de posturas tienen algo de razonable y al darles la vueltas voy saltando de una a otra sin ningún remordimiento provocando que pueda parecer "incoherente";  mantengo intactactas mis convicciones personales,  pero estoy dispuesto a cambiarlas por algo que sea más cercano a la verdad y esta es la gran ventaja.

Pedro L.




martes, 15 de enero de 2013

Ser humano.

El hombre es capaz de lo mejor y lo peor.

Construye las armas que lo matan y las drogas que le atan. Es capaz de amar y de empuñar un rifle, de torturar y abrazar, de ofender y perdonar. Por bondad cuida al enfermo y por maldad roba al indefenso.

Todos nacemos buenos por naturaleza,  pero también capaces de odiar profundamente y traicionar por pura ambición. La peor persona puede cambiar, en eso está lo genuinamente bello de ser persona. Lo cierto es que no sé en quién vale la pena confiar, pero sé que vale la pena.

"el amor es la vacuna de la vanidad" - Hebbel

Pedro L.